-POLISEMIAS-
De un término que
incluye varios significados se dice que es polisémico; así, el de cultura, bajo
cuyo manto sagrado -a decir de Bueno, secularización de la gracia-, se ocultan
un sinfín de mezquindades, tal la pretensión del mundo de la cultura, o
industria del ocio, de escapar a la reglas del mercado -pletórico, Bueno otra
vez-, acaparando estipendios y reglamentaciones favorables, y tal la pretensión -nacionalista, con la condescendencia, a veces, y apoyo explícito, otras veces, de la izquierda reaccionaria- de reducir ciudadanos a etnotipos, presentadas, tales pretensiones, como justa
contribución a la defensa de la identidad cultural de los pueblos, otro
significante sacralizado, y hurtado, así, a la mirada crítica del ciudadano.
Pero la exigencia
ciudadana, cambiamos de sema, de cultura, esto es, de formación, de educación en la autonomía
racional, ligada al conocimiento y desalienamiento -o, dicho de otro modo, a la
autoposesión negadora de toda servidumbre, también llamada, por Kant, dignidad-,
entra en contradicción con tales pretensiones.
A. Bugarín
Valladolid, febrero-2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario