-ALTERNATIVAS-
Distanciarse,
dejar ser a lo que aparece, examinarlo, reducir la apariencia a su fundamento y,
desde este, explicar la apariencia en su condición de apariencia;
comprometerse, en definitiva, con la verdad. A eso se llamó conocimiento, una
construcción humana, precedida de otras construcciones humanas, de otros
saberes hundidos en la vida inmediata, en la supervivencia: saberes técnicos. Y
otros, saberes sobre la vida y la muerte: saberes religiosos o sapienciales. Pero
fue necesario ese distanciamiento, y pensar la totalidad, es decir, situarse en
el punto de vista cualquiera, para que el conocimiento fuese posible.
La ciencia es una
construcción humana todavía más reciente, una construcción de la modernidad, que
usa el lenguaje del número y la relación, ese supremo distanciamiento.
¿Significa esto que la ciencia, al igual que el conocimiento, del que
constituye una novedosa y actualizada variante, es una opción? No. O sí. No
puede haber una ciencia alternativa, la ciencia alternativa no es ciencia, el
conocimiento alternativo no es conocimiento. Pero sí se puede, de hecho se
pudo, vivir sin ciencia. (Este «sí se puede» conllevaría, obviamente, una
reducción de la humanidad, y una reorientación de la humanidad, una humanidad,
ahora sí, alternativa).
A. Bugarín
Valladolid, abril-2018
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