-MULTIFOLCLORISMO-
Las identidades
culturales, un persistir consciente en la ignorancia, acaso teatro, una
representación, ¿para los ojos de qué dios?, y la conciencia de un límite.
Pues, ya la isonomía supuso, en su momento, la ruptura de la polis, del comunitarismo,
y el consiguiente helenismo, es decir, la abolición de los caracteres externos,
para instaurar, de un golpe, el individuo, el universalismo, y la interioridad,
acaso antesala, esta última, del luteranismo y la autonomía racional.
Pero todo es
retroceso, repetición, ahora como comedia -también entre las bombas y los
aviones estrellados contra las Torres Gemelas-, y la cultura y la ¿religión?
convertidos en la defensa de un pañuelo.
A. Bugarín
Valladolid, marzo-2017
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