-RISAS-
Que ya no sea tolerable hacer chistes de gangosos y «mariquitas» pareció un
logro de la estética, y no solo de la corrección política. Pero la invitación
al chascarrillo dirigido y soez no ha abandonado los espacios de
entretenimiento «humorístico» que nos administran los «medios de comunicación
social». Ahora el gesto disfrazado de ingenio, la burla mecánica que juega con
estereotipos, presupone el sectarismo político, igual que antes el machismo
paleto (mentar al PP, al rey -«el Borbón»- o a la bandera). Chabacanería con
pedigrí, chabacanería de «izquierdas». (Y la izquierda misma es hoy un estereotipo).
A. Bugarín
Valladolid, mayo-2020
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