sábado, 25 de marzo de 2017

-MULTIFOLCLORISMO-

Las identidades culturales, un persistir consciente en la ignorancia, acaso teatro, una representación, ¿para los ojos de qué dios?, y la conciencia de un límite. Pues, ya la isonomía supuso, en su momento, la ruptura de la polis, del comunitarismo, y el consiguiente helenismo, es decir, la abolición de los caracteres externos, para instaurar, de un golpe, el individuo, el universalismo, y la interioridad, acaso antesala, esta última, del luteranismo y la autonomía racional.
Pero todo es retroceso, repetición, ahora como comedia -también entre las bombas y los aviones estrellados contra las Torres Gemelas-, y la cultura y la ¿religión? convertidos en la defensa de un pañuelo.
A. Bugarín
Valladolid, marzo-2017