sábado, 10 de febrero de 2018

-ANIMALARIO-

Lo humano es saber del límite, y afirmarse en el límite, es tomar distancia frente a lo inmediato, porque la realidad adquiera su propia condición, y hablar, y hablarse, hablarse empleando ese sistema simbólico, denominado, por su propio poder designante, lengua natural, que permite traer a presencia, y alejar, todas las cosas, y así poner de manifiesto lo posible, reducir lo dado al conjunto de sus posibilidades para re-crear el mundo, bajo la forma de la cuantificación y el dominio, bajo la forma de la belleza, según la cual, a decir de Marx, el hombre produce atendiendo a la medida de las cosas, bajo la forma de la esperanza, o la desesperanza...
Pero algunos sostienen, ahora, y quizás no les falte razón, que no hay gran diferencia entre ellos y sus mascotas.
A. Bugarín
Valladolid, octubre-2016

miércoles, 7 de febrero de 2018

-ADIVINA, ADIVINANZA-

Se trata de un régimen político cuyo poder supremo está (o estuvo) en manos de un caudillo, jefe del único partido legal, que apoyaba sus decisiones en una ideología universalista, en extraña simbiosis con una exaltación patriótica extrema, y una presencia muy fuerte del Estado en la economía nacional.
A. Bugarín
Valladolid, febrero-2018

-LA CRÍTICA DE LA CRÍTICA CRÍTICA-

En aquel tiempo los hombres de Ciberia habían alcanzado tal grado de civismo, tal grado de tolerancia y relativismo, que consideraron de justicia ponerse definitivamente en el lugar del otro, dar la palabra al perdedor, traer a presencia lo ausente. De ese modo, una legión de historiadores y filósofos, antropólogos y periodistas, sociólogos y críticos literarios, se aplicaron a la tarea de rescatar al abandonado, dar la palabra al que carece de ella, desvelar cada historia oculta bajo la verdad oficial, abolir todas las trampas con que se justifica el poder.
Y llegó el momento en que la palabra antes ignorada ocupó el espacio público, en que la historia escondida se convirtió en contenido de los libros de texto, en que de los antiguos marginados salieron los secretarios de Estado.
Una generación más tarde, las más finas conciencias críticas, vanguardia siempre dispuesta a liderar a la acéfala masa, caen en la cuenta de la injusticia del orden establecido. Caen en la cuenta de que la nueva palabra instaurada se ha convertido en palabra ganadora, que el orden presente oculta el ausente.
Y así, una nueva generación de historiadores y periodistas, filósofos y antropólogos, sociólogos y críticos literarios, dispuestos a luchar contra toda injusticia, dispuestos a sacar al oprimido de su opresión, a dar voz al condenado a la mudez, ponen su empeño y esfuerzo en dar la palabra a los antiguos ganadores, cuyo discurso ha sido ahora desterrado, hasta lograr, por fin, que el perdedor, y antiguo ganador, vuelva a ser el ganador, desterrando al ganador y antiguo perdedor a su lugar.
Y es maravilla comprobar, como, de esa forma, generaciones de historiadores y filósofos, antropólogos y periodistas, sociólogos y críticos literarios, encontraron, por fin, un modo honrado de ganarse la vida.
A. Bugarín
Valladolid, febrero-2018

sábado, 3 de febrero de 2018

-POEMA CÍVICO-

Si hay siervos no hay ciudadanos.
Si hay señores no ha ciudadanos.
Si hay etnotipos no hay ciudadanos.
Si hay pueblo no hay ciudadanos.
Si hay plebe no hay ciudadanos.
Si hay comunidad de creyentes no hay ciudadanos.
Si hay comunidad de género-sexo no hay ciudadanos.
Y república es, y no otra cosa, existencia de ciudadanos.
A. Bugarín
Valladolid, febrero-2018