sábado, 26 de septiembre de 2020

-NEGACIONISMOS-
Once de septiembre: el independentismo catalán se empeña, contra toda evidencia, en convertir a Rafael Casanova en un héroe de la resistencia antiespañola.
Cualquier día del año: sectores evangélicos (y otros, islámicos, etc., de modo similar) se empeñan, contra toda evidencia, en datar la aparición de la especie humana hace unos seis mil años.
Actuales dirigentes del PSOE, Podemos, etc., se empeñan, contra toda evidencia, en situar a ERC (y en general a los nacionalismos periféricos) en la izquierda política. (Queda en el aire la cuestión, claro, de qué se entienda hoy por «izquierda política»).
El militante multiculturalista se empeña, contra toda evidencia, en hacer compatibles con la paz, la tolerancia, la igualdad entre sexos, etc., a todas las culturas de la Tierra (¡exceptuando, si acaso, las de origen cristiano-occidental, aquellas precisamente, donde tales categorías político-antropológicas han adquirido su ser!).
El patriota (o tal vez nacionalista) español de derechas se empeña, contra toda evidencia, en identificar a Fraga y Aznar (excelsos autopatriotas) como defensores de la unidad de España.
El neofeminismo populista se empeña, contra toda evidencia, en vincular capitalismo y patriarcado.

Esas píldoras azules que tragamos todos los días para evitar la desazón de la incertidumbre, cerrar el sentido, y crear un simulacro de coherencia. (O, quizá, menos inocentemente, estrategias de poder).

A. Bugarín
Valladolid, septiembre-2020.

  

No hay comentarios:

Publicar un comentario