-SUEÑOS DE LA RAZÓN-
Como el niño que,
a edad inapropiada, sigue creyendo en los Reyes Magos, no por inocencia, santa
simplicidad, sino porque, precisamente su inteligencia, fiel a su deseo, le
ayuda a construir argumentos contra el desengaño con que le golpea la
experiencia, así el intelectual preeminente, del que no hará falta citar
ejemplo alguno, despliega su potente inteligencia para cubrir con ella, como si
de un velo de sabiduría se tratase, la depauperada realidad de su ideal, que
pugna, como toda realidad, por hacerse presente.
A. Bugarín
Valladolid, diciembre-2017
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