viernes, 4 de mayo de 2018

-SUPERESTRUCTURA-

Si, atendiendo a una posible interpretación del desarrollo histórico avanzada por algunos textos marxistas, hacemos depender el proyecto de la modernidad, con su sujeto racionalmente autónomo, su ciencia y su democracia liberal, del desarrollo del modo de producción capitalista, con su reducción de todo ente a potencial mercancía, de la libertad a libertad de mercado, de la igualdad a igual disposición para concurrir con las mercancías, incluida la propia fuerza del trabajo, al mercado, y de la ciencia a ideología, ¿estamos dando a entender, con ello, que tan señaladas conquistas no son más que la excrecencia de un indigno producto?
Pero, del mismo modo que bajo cualesquiera sublimes creaciones del arte podemos encontrar los mecanismos psicológicos o fisiológicos enraizados, a veces, en la patología y siempre en las necesidades más puramente animales de los creadores que las han hecho posibles, así, también pudiera suceder, que bajo las señaladas producciones históricas estuviesen operando las mezquinas condiciones materiales de las que se nutren sin menoscabo del valor de tales producciones.
A. Bugarín
Valladolid, mayo-2018

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